La Inteligencia Artificial ha supuesto una revolución tanto en el ámbito del marketing online y las redes sociales, como en el resto de sectores empresariales, modificando de manera radical cómo proceden los profesionales y su manera de entender las herramientas tecnológicas en el trabajo. La Unión Europea ha adoptado recientemente una legislación pionera en este campo para regular el desarrollo y uso de la IA. Estas nuevas regulaciones buscan garantizar la transparencia, seguridad y ética en la aplicación de esta tecnología. La IA se está convirtiendo en una herramienta poderosa para la innovación, y la legislación europea busca equilibrar su potencial con responsabilidad y protección de derechos.
Después de la presentación del primer borrador en 2021, el cual causó un extenso debate, la Presidencia del Consejo y los negociadores del Parlamento Europeo llegaron a un acuerdo preliminar el pasado diciembre. Esta normativa, que no entrará en vigencia hasta el año 2026, tiene como objetivo supervisar la seguridad y el respeto de los derechos fundamentales de los usuarios en el uso de sistemas de Inteligencia Artificial, tanto en el sector público como en el privado.
En este artículo, examinaremos el impacto que esta legislación tendrá en las organizaciones.
Transparencia Obligatoria y Derechos de Autor
Para proteger la propiedad intelectual, la normativa introduce estándares de transparencia. Las organizaciones deberán asegurarse de que sus sistemas de IA cumplan con las leyes de derechos de autor de la Unión Europea. También se establecerá el requisito de publicar resúmenes explicativos sobre los datos utilizados en el entrenamiento de la IA. Esto tiene como objetivo aumentar la transparencia, así como facilitar una supervisión eficaz por parte de las autoridades competentes.
Los límites de la IA
La Unión Europea ha introducido un sistema de etiquetas de peligrosidad, con el propósito de mitigar los riesgos asociados con la Inteligencia Artificial. Categoriza diversos sistemas, desde aquellos considerados inaceptables, sujetos a evaluación social, hasta los de riesgo mínimo o nulo. Como resultado, las organizaciones deberán llevar a cabo una evaluación y ajuste de sus sistemas para garantizar que cumplen con los estándares establecidos y asegurar un uso seguro y ético de la IA.
Los modelos genéricos de IA y su legislación
Las Inteligencias Artificiales de uso general, como ChatGPT y Bard, estarán sujetas a regulaciones específicas destinadas a mejorar su transparencia y seguridad. Estas regulaciones incluirán evaluaciones minuciosas y seguimiento constante para prevenir posibles incidentes. Para garantizar un uso ético y seguro, las organizaciones que empleen modelos de IA de uso general deberán cumplir con estos controles adicionales.
En busca de un cumplimiento efectivo de esta legislación, se imponen sanciones considerables para afrontar el uso indebido de la IA por parte de las empresas. Estas sanciones varían entre los 7,5 millones de euros o el 1,5% anual de la facturación de la empresa, hasta alcanzar los 35 millones de euros o el 7% del volumen de negocio en ciertas situaciones. Es importante que las organizaciones tengan en cuenta estas normativas para prevenir problemas legales y que su prestigio en el mercado no se vea afectado.
En definitiva, el panorama tecnológico está siendo redefinido por la reciente legislación europea de Inteligencia Artificial.
En el contexto empresarial, la transparencia, la responsabilidad y la ética emergen como los pilares esenciales para el desarrollo y despliegue exitoso de la IA.
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