Desde la aparición de WhatsApp, los emoticonos se han puesto de moda. Tanto es así que ahora los podemos encontrar incorporados como opción en los teclados de los smartphones, e incluso vemos que se utilizan frecuentemente en cuentas empresariales de Twitter o en los asuntos de los emails, como estrategias de email marketing.
La cuestión es que, no hablaríamos de estos divertidos muñequitos, si simplemente los utilizaran los jóvenes para pasar el tiempo y para tener conversaciones intrascendentes. Pero las tendencias y las modas llegan y se apoderan de todos. Hasta tal punto que los emoticonos se han subido al carro de las redes sociales con tanta fuerza que muchas empresas y negocios se han puesto a utilizarlos.
Nos vamos a valer de la información aportada por el blog de Hootsuite para analizar su uso y para saber cómo realmente deberíamos utilizar los emoticonos. Estas son las reglas de oro:
1- Los emoticonos han de utilizarse de una forma sencilla y directa para interaccionar directamente con el cliente.
Como podemos ver en esta imagen de la cuenta oficial de Bud Light, una marca de cerveza, se ve claramente que nos está diciendo que hoy es un día soleado en Estados Unidos y que es el día perfecto para tomar unas cervezas. Además, aparte de los emoticonos añade un hashtag referido al 4 de Julio, el día de la independencia de los Estados Unidos, creando así un vínculo directo entre un evento a tiempo real y una acción o interacción con una marca.
2- No marees la perdiz.
Anteriormente vimos un ejemplo muy bueno de cómo usar los emoticonos pero hay quién confunde la claridad y la sencillez con crear auténticos jeroglíficos que nadie es capaz de descifrar. ¡Quizás esta era la idea principal de Chevrolet! Pero si de verdad intentaron comunicar algún mensaje, no lo consiguieron. ¡Lo más curioso es lo usaron para lanzar a la luz un nuevo coche!
3- Texto más fila de emoticonos igual a confusión.
Hay gente menos loca que Chevrolet y piensa que si pone cierto texto y lo complementa con una retahíla de emoticonos, el mensaje será más claro y conciso. Y quizás sí, pero si hay que emplear media hora en descifrarlo, el objetivo de impactar positivamente en el cliente se pierde por completo.
En esta imagen podemos ver un tweet de la Policía de Avon&Somerset. Si lo leemos con cuidado, el mensaje es claro, conciso y completo y nos dice:
Ten unas seguras vacaciones, no bebas ni cerveza, ni copas, ni te drogues, ni te pinches cuando vayas a conducir un coche, un helicóptero, un barco, un avión, una nave espacial (esto fue un toque gracioso), una bicicleta o… un coche (de nuevo). Porque la policía te pillará y te detendrá.
Más o menos eso es lo que quiere decir el tweet. Pero lo importante en un mensaje no es lo que se quiere decir, sino lo que quieres decir y la forma en lo que lo dices. En este caso, todo habría sido mucho más sencillo y más impactante si hubieras puesto un pequeño mensaje tipo: No conduzcas bajo los efectos de ninguna sustancia este verano o… (Emoticono de una calavera).
Cuanto más impactante, sencillo y directo sea el mensaje, más éxito tendrá.
4- No todos los mensajes tienen que comunicar lo mismo
Muchas veces, en los negocios, cuando usamos las redes sociales para darnos a conocer, nos acecha el problema de querer meter toda la información posible en cuantos más tweets o post en Facebook. Pero no siempre debemos estar hablando DIRECTAMENTE de nuestras tarifas, nuestros servicios, de sobre lo que somos expertos, de los productos que vendemos, etc.
Ya que esto se puede hacer de forma indirecta usando emoticonos y, además, de una forma divertida. Si no, observar este mensaje. ¿Sabríais decirme que venden? ¿A que si quisieras una ahora mismo, sabrías como conseguir lo que venden? Impacto, claridad y sencillez, esa es la razón del éxito.
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