Para todo aquel que no lo sepa que son los bots o robots haremos una pequeña introducción. Los bots son programas automatizados que generan tráfico en ciertas páginas webs o en Twitter donde, por ejemplo, estos robots generan mensajes para su difusión a cierta hora o emiten correo basura.
Estos robots son también conocidos como usuarios fantasmas y su único fin es el de inflar una cuenta y crear una falsa comunidad de seguidores. Y es que, muchos usuarios intentan aumentar su popularidad a través de un crecimiento masivo de seguidores, y en este caso cobran especial importancia los bots.
Estas cuentas artificiales, tras las que no existe ningún humano, pueden ser compradas para aumentar de golpe y porrazo las cifras de seguidores de un determinado perfil.
Si esta estrategia se realiza de manera escalonada, ganándose poco a poco los lectores y sin hacer a penas ruido, se puede conseguir una imagen de éxito gracias a la falsificación de un apoyo popular masivo.
Por todo lo explicado, las empresas más pequeñas se ven más afectadas por la existencia de este sistema, ya que las grandes marcas se pueden permitir la compra de los bots, cosa que las menores no pueden, generando así que la captación de tráfico sea mucho mayor.
Debido a esto, aunque las empresas pequeñas realmente lo estén haciendo bien y traten de crecer de forma natural, a ellas les costará mucho más crecer porque, por ejemplo, está demostrado que la gente es más susceptible de seguir en Twitter a una comunidad de 20.000 seguidores que a una de 200.
Hay algunos métodos para poder encontrar a estos perfiles fantasmas. En primer lugar, suelen seguir a muchas cuentas en muy poco tiempo (lo calificado como índice de follow masivo). En segundo lugar, suelen publicar muy a menudo enlaces repetidos o spam y, habitualmente, se trata de cuentas que han sido bloqueadas o reportadas por muchos usuarios.
En resumen: siguen a muchas cuentas pero no son seguidos por prácticamente ninguna y tienen muy pocos tuits y lo poco que tienen son spam.
Sin embargo, si tú creas cuentas de este estilo, obteniendo gran cantidad de seguidores en muy poco tiempo y, después, comienzas a utilizar esa cuenta de manera correcta, eliminando a la gente que no te interesa y publicando de la manera correcta, el crecimiento será mucho más rápido.
Y es que, la plataforma digital Incapsule aún está intentando buscar métodos fiables que revelen la cantidad de tráfico real, el que es humano y la parte que sea fraudulento con el uso de los bots.
Un informe de Incapsule, plataforma de distribución de aplicaciones en la nube, encontró que el tráfico humano era ligeramente superior al de los bots entre julio y octubre del pasado año.
En promedio, los malos robots, que son principalmente herramientas de ataque que aumentan la actividad en sitios web populares, representaron el 29% del total del tráfico, mientras que los bots buenos, que recolectan información utilizada por otras empresas, representaron el 19,5%.
El uso de estos robots depende de la popularidad de la página web. En los sitios más pequeños que suelen tener entre 10 y 1.000 visitas al día, los bots ocupan una gran mayoría del tráfico ocupando un 85.4 % del total.
En un nivel más superior con entre unas 1.000 y 10.000 visitas diarias, el tráfico fraudulento es un 71.1%, pero en estos casos los bots buenos son el doble que los malos.
Y entre las páginas webs más importantes, y por lo tanto, más visitadas que tienen entre 10.000 y 100.000 visitas cada día, los datos coinciden con los de la media de todas las webs, con un reparto equilibrado entre el tráfico humano y el fraudulento, mientras que en los que tienen más de 100.000 visitas diarias el tráfico real gana por goleada con un 60,3% del total, aunque en este caso hay muchos más bots malos que buenos.
En definitiva, hay opiniones para todos los gustos, pero todos con un nexo común: comprar internautas fantasmas que aumenten sus seguidores y tráfico.
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