Hace algo más de un mes el consejero delegado de Telefónica Julio Linares, comentó ante la prensa la posibilidad de que la compañía de telecomunicaciones pusiera fin a los contratos de Tarifa Plana existentes hasta el momento.
Una de las razones consideradas para tomar esta decisión es que a día de hoy y según las cifras de la empresa de telefonía, existe un 20% de los usuarios de banda ancha fija que debido a las descargas de archivos y video streaming, perjudican la navegación del 80% restante y al mismo precio. Asimismo la conexión móvil se ve saturada por un 5% de los usuarios que consumen el 75% del tráfico.
La propuesta de Telefónica, siempre y cuando sea respaldada por el resto de las operadoras, es ofrecer diferentes tarifas acordes al tipo de usuario y uso que se haga de Internet. Es decir dependiendo del volumen de tráfico, la velocidad de transferencia o el tipo de servicio, el coste variará. De esta forma cada cliente accederá a una serie de servicios en función de lo que pague.
La polémica estaba asegurada, pues la primera reacción de muchos usuarios de la Red fue acusar a la compañía de querer acabar con la neutralidad de Internet. La sensación que transmitió el consejero delegado de Telefónica apuntaba a una implantación en un futuro inmediato. Quizás las declaraciones buscan la reacción de los usuarios para ver la aceptación de la medida, o no. Globo sonda o realidad, ¿con el nuevo sistema de tarificación se avanza en cuanto al acceso a Internet y a las nuevas tecnologías o se retrocede?
Fuente: Irene Blanco, Depto. de Redacciónd e Contenidos de Internacionalweb
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