El diseño web profesional y las tiendas online

En un mercado donde el 41% de los 27 millones de usuarios de internet en España realizan compras on line y más del 80% tiene un perfil en una red social, diferenciarse es clave para cualquier empresa. Vivimos en un mundo visual  donde las empresas que cuentan con página web aumentan un 17% sus ventas respecto a las que carecen de ella. En el 2010, España se convirtió en el tercer país de la Unión Europea en comercio electrónico, sólo superado por Alemania y Reino Unido.

Puede que un producto sea el mejor del mercado, pero para hacérselo ver a la mayoría de los clientes, en un mundo globalizado como el actual, hay que estar en la red y luego envolverlo de forma única y atractiva, para conseguir que entre por los ojos, porque sin ello, nadie se fijará en él y, según algunos estudios, el 53% de las compras se realizan por impulso.

Visualizar una página web apenas lleva unos segundos y si ese barrido visual no encuentra algo que atraiga su atención, se irá a otra página. Por ese motivo, tener una web ágil, dinámica, con consejos, información, fácil de usar, es fundamental para conseguir posicionarnos en la red y hacerla rentable.

Para atraer a un cliente hacia nuestra página existen recursos como el marketing on line, la publicidad, los cupones descuentos, las ofertas o los concursos en redes sociales. Pero una vez que lo hemos conseguido, si nuestra web no es capaz de atrapar y captar su atención en unos segundos, todo el esfuerzo habrá sido en balde. Y esa es la misión de los diseñadores web. Ellos deben ser capaces de hacer una web bonita, atractiva, impactante, funcional, que funcionen en los distintos formatos y que se encuentre bien posicionada en los buscadores. Ese es el verdadero valor del diseño web, esa es la diferencia entre las empresas profesionales y el “su web en tres pasos”.

El diseño web profesional implica, como en cualquier otra profesión, conocimientos, experiencia, formación constante, trabajo, inversión, tiempo, dedicación… pero también existe una parte artística, imaginativa, innovadora… Es la conjunción de ambas facetas la que da como resultado un buen trabajo, una web cautivadora y rentable.