Hasta hace unos años, nadie podía imaginar que en su bolsillo llevaría un aparato que concentrara las funciones de dispositivos electrónicos diferentes, poniendo al alcance del usuario medio toda la información disponible en Internet en cualquier lugar, tomar fotos, grabar vídeo e incluso trabajar sin necesidad de ir a la oficina. Los smartphones han hecho posible todo esto pero además, gracias a los sensores que incorporan, han generado en los usuarios la costumbre de estar siempre acompañados por la tecnología y que ésta les ayude a controlar diferentes aspectos de su rutina diaria.
El siguiente paso en la evolución de la integración de la tecnología en la vida cotidiana son los dispositivos que en inglés se conocen como “wearables”. Este concepto se aplica a pequeños aparatos que se llevan puestos de la misma manera que si fueran una prenda más de nuestro vestuario pero que están equipados tecnológicamente para facilitar la interacción con nuestro teléfono, monitorizar la actividad física diaria o saber cuántas horas hemos dormido.
Ya están en el mercado los primeros modelos de estos dispositivos, fundamentalmente relojes inteligentes y pulseras de diferentes tipos. Los grandes fabricantes se dividen entre aquellos que apuestan claramente por la popularización de estos aparatos “ponibles” frente los que creen que aún es demasiado temprano porque el mercado no está maduro y prefieren esperar a saber si la mayoría de los consumidores está dispuesta a gastar dinero en comprar alguno de estos dispositivos.
A pesar de las reticencias de algunos de los grandes nombres del sector, los cierto es que los “wearables” han sido los grandes protagonistas de las últimas ferias tecnológicas y han despertado el interés de los medios de comunicación generalistas en eventos como el World Mobile Congress celebrado el pasado mes de febrero en Barcelona.
Gigantes como Google no quieren perder el tren de lo que se plantea como la siguiente gran evolución en la tecnología y ya han anunciado que los desarrolladores podrán contar con un entorno de desarrollo para Android específico para que se pueda utilizar en diferentes tipos de aparatos (no sólo relojes) y los rumores de que Apple podría estar desarrollando sus propios dispositivos “ponibles” son incesantes en el sector.
El tiempo dirá sin las previsiones de los expertos sobre esta tecnología son ciertas y en poco tiempo todos llevaremos sensores repartidos por todo el cuerpo o si todo se quedará en una gran decepción para quienes apuestas por los “wearables”.
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